domingo, 2 de septiembre de 2012

momentos en el banco

el recibo del impuesto de la casa.
he de pagarlo, casi acaba el plazo.
voy al banco, se ha de pagar en ventanilla.
accedo por la puerta de seguridad, me pongo en la cola.
comienza el momento.
...

nada más entrar veo a dos personas, una de ellas está siendo atendida por el cajero, la otra espera impacientemente, a pocos palmos por detrás, como haciendo presión.
a mi tampoco me gusta hacer cola en un banco. 'paciencia' pensaba.
el hombre al que estaban atendiendo era un hombre alto, con el pelo moreno, de mediana edad, bien vestido, de espor se dice, hablaba por teléfono mientras el cajero le preparaba unos papeles, hablaba por teléfono en voz alta, muy alta diría yo, todos los allí presentes nos estábamos enterando de la convesación, seguía hablando mientras firmaba papeles y hacía indicaciones al cajero. Al parecer tenía una empresa, y este verano no había podido irse de vacaciones, 'me ha salido mucho trabajo' decía a su amigo, eso dicen todos. Estaba muy ocupado porque había tenido que despedir al chico que le ayudaba. No tuvo reparo en comentar esto mirando hacia la cola de gente que esperaba en voz alta, que ya eramos unas seis o siete personas, y seguía haciendo comentarios negativos sobre la persona que había tenido que despedir. Alardeaba de sus grandes gestiones, estaba faltando al respeto a esa persona, que no estaba presente, y también a los que allí estábamos. Debería dejar el teléfono y terminar su gestión, estabamos esperándole. Y mirándole, por supuesto.
Por allí pululaba también la chica del servicio de limpieza.
Pasaba el trapo por mesas con documentos importantes. Retiraba bolsas de papeleras, casi vacías. Miraba a la gente, uno por uno, sin prudencia. Tenía aspecto joven y esbelto, era rubia con el pelo largo recogido en una cola que movía ágilmente al girar la cabeza, dos grandes aros blancos colgaban de sus orejas, uniforme de rayas verdes. En el rato que llevaba yo dentro del banco ya habia pasado la mopa dos veces por el lugar donde estábamos nosotros.
Por fin termina este atareado señor.
El siguiente en la cola, un señor mayor, con pinta de jubilado apoderado, tras varios bufidos se acerca a la ventanilla y comienza a conversar con el cajero. Tenía una voz rasgada y aguda, como de cantaor flamenco, era llamativo.
'Ya me queda poco', pensé yo.
Tras varios minutos de conversación con el cajero, las personas que estaban detras de mi empezaban a quejarse en voz baja, especialmente un señor que estaba a mi izquierda, 'amoh hombre!' repetia de vez en cuando, estaba un poco nervioso, e intentaba contagiarme su nerviosismo mirandome y agitando la cabeza. Yo no le estaba correspondiendo, no quería ser cómplice de una quema de brujas. Debíamos tener paciencia.
Habían pasado ya unos diez minutos, el señor de la voz rasgada se empeñaba en convencer al cajero de hacer una gestión que al parecer había iniciado meses antes con una directora de sucursal que ya no trabajaba allí.
El señor de mi izquierda estaba muy nervioso, era un señor de mediana edad, con el pelo muy corto y castaño, gafas de avanzada graduación y aspecto sociable. Mientras esperaba su turno mantenía en las manos un papel en que tenía cosas escritas, era una hoja de libreta. Se había estado entreteniendo en arrancar los flecos de la hoja que quedan cuando la sacas de su espiral, estaba el suelo esparcido de papelitos blancos. Lo hacía sin darse cuenta, daba pasos de un lado a otro. 
Yo si me di cuenta de lo del suelo, me hacía mucha gracia, sobre todo cuando apareció la chica de la limpieza con la fregona a rematar la faena y se encontro el suelo que acababa de limpiar otra vez sucio. Sin decir nada, y a paso estandar, en plan 'me da igual en quince minutos me voy' se retiró con la fregona para volver otra vez con la mopa. Mientras se iba, el señor nervioso se percató de lo de los papeles y empezó a darle pequeñas patadas con los pies, intentando ocultarlos, o esparcirlos. Me miró, se dio cuenta de que me había dado cuenta. Desde ese momento no volvio a quejarse y se estuvo muy callado.
El señor mayor que estaba siendo atendido todavía seguía hablando con el cajero y decidiendo qué hacer con su dinero, ya estabamos todos un poco cansados de esperarle. Esa voz rasgada se nos había implantado como música de fondo y se hacía un poco pesado. También nos estábamos enterando de casi todos sus comentarios. 
Indiscreción por todos lados.
La chica de la limpieza volvio con la mopa, recogió los papelitos, durante un instante miró a su dueño con amenazantes ojos morenos pintados a raya, el hombre se cuadró, el mensaje estaba enviado y recibido. 
Tras finalizar la limpieza con la fregona, la chica rubia terminó su jornada y salió, en ese momento entró un señor mayor por la puerta, con paso lento y cansado, de aspecto menudo, engordando la cola, y dijo al entrar la frase típica 'buenos días, quién es el último?' (odio esa frase), a lo que un joven que estaba detrás de mi respondió, creo que debido a la necesidad de romper el hielo, lo típico de 'pues usted!'. Esto generó una sonrisa general y todo tipo de comentarios y explicaciones que nos tuvo otros cinco minutos entretenidos. Mientras, el señor cansino del dinero, estaba a punto de acabar.

Algunos minutos antes, cuando el señor de los papeles estaba en pleno esparcimiento, éste había entablado conversación con otro señor, estuvieron hablando de los bancos, su dinero, la crisis, etc,... uno de ellos, se percató de algo ingenioso. La cristalera de la caja lucía un cartel que decía 'Oficina con sistema electrónico antirrobo'. 'Antirrobo?', decía uno de ellos, 'Antirrobo?', 'Y cuando roban ellos?', jaja, tuvo gracia, nunca me había dado cuenta.

Entre unas cosas y otras, mis intensos 25 minutos en el banco estaban acabando.
Por fin llegó mi turno, pago mi recibo, y salgo del banco.
Mis pensamientos vuelven a mi vida cotidiana.



                                iker gonzalez









sábado, 4 de agosto de 2012

el lago en el tiempo

Es la época de cruzar el lago del tiempo, como cada año.
Situados estamos a medio camino de la travesía, sin remedio avanzamos.
La orilla que tenemos a nuestra espalda, junio, esta demasiado lejos para alcanzarla, además el viento nos empuja sin excusa hacia adelante, camino de septiembre, la otra orilla. Comenzando agosto, miramos a nuestro alrededor, y solo vemos calor, pesadumbre y lejanía.
Con esperanza nos imaginamos llegando a septiembre y caminando hacia la llanura que le precede, hasta noviembre, después llegará de nuevo la subida a la fría montaña, desde diciembre hasta febrero.
De marzo a junio el camino se vuelve sosegado, preparándonos de nuevo para cruzar el desértico lago de agosto.


Pura rutina.

sábado, 19 de mayo de 2012

Saben tus hijos para que sirve un CD?

Surgen preguntas habitualmente, existenciales o de cualquier otro tipo, que no siempre podemos responder.

    Todos recordamos a menudo nuestros años pasados, cuando éramos adolescentes o cuando éramos niños. Nuestros juguetes favoritos, el parque, los caramelos del abuelo, ... y muchas otras cosas.
Hay una cosa, que toda persona de mediana edad recuerda, con más o menos cariño, pero como un cambio de etapa en la vida adolescente: la cinta de casete.
    Nuestras primeras canciones, las primeras recopilaciones, intercambios de lo último entre los amigos, recorrer las tiendas del pueblo buscando dónde las vendían más baratas, de 60 o de 90, el botón REC, el boli para rebobinarlas,... que tiempos... luego llegó el Spectrum, o el Atari, de nuevo las cintas se reutilizaban. Música, juegos, programas, todo un mundo.
     La cinta de casete era un símbolo de prosperidad e intercambio, como las redes sociales de hoy en día.
    Todo esto viene a un tema curioso, tus hijos, no conocen las cintas!. 'no pasa nada', podemos pensar. Efectivamente, no pasa.
Los tiempos cambian (...ques una barbaridad) afortunadamente. Después de muchos años de cinta empezaron a aparecer cosas raras como el minidisk o el CD! El CD, gracias a ciertos acuerdos comerciales  fué el que se abrió más camino y consiguió en unos años desbancar al casete y ser el soporte oficial para la música, y también por supueso, para el software, que por entonces se apoyó mucho en el CD para distribuirse masivamente. Más tarde empezaron a venderse a un precio asequible los CDs grabables y regrabables (los r y rw). Y cuando parecía que este soporte no iba a tener competidor apareció su primo mayor, el DVD!, con sus diferentes versiones, +r, -r, doble capa, etc.... El siguiente paso (tras otra estrategia comercial) dió lugar al BlueRay, con formatos en software de avi, div-x, mpg,... y un infinito abanico de soportes, medios, lectores, momentos y destinos.


    Pero ahora vamos a dar un salto importante que hemos de tener en cuenta para comprender nuestra historia reciente y que creo que no es baladí*.
    Después de un breve repaso a la tecnología multimedia, teniendo en cuenta los soportes más importantes, hemos de tener presente que los tiempos y los desarrollos tecnológicos van tan rápido que mi hijo de cuatro años no conoce ni la cinta de casete (normal) ni tampoco el CD!, que es lo curioso. No digo que no lo haya visto, porque si lo ha visto, pero no lo utiliza. Y además, añadiré, que desde hace un tiempo yo tampoco lo uso. Aunque parezca una barbaridad, es así de cierto.
La música en el coche se escucha desde la radio o desde el iPod (que cabe lo mismo que cientos de cd's), la música, películas o videos en casa se ven en el ordenador portátil, el ordenador conectado a TV o la tablet, reproducido directamente desde archivos guardados (mp3, mpg, avi,...) o desde Internet (youtube, vimeo, streaming,...). Y para trasladar cierta información de un lugar a otro o de un pc a otro antes se usaba el pendrive (que ya va por los nosecuantos gigas), pero eso ya está anticuado y ahora se usa la 'nube', por lo que se puede decir que mi hijo tampoco conocerá el pendrive.

    Dicho todo esto, no es perdais nada de lo que está ocurriendo, estad al tanto de todo lo que ocurre a vuestro alrededor, porque últimamente la Historia pasa de capítulo cada 24h.
    Sois testigos de muchos cambios que tendreis que explicar a vuestros hijos de alguna manera, como por ejemplo, qué es una vaca.





* asequible, no adsequible.
*baladí: de poca importancia. Propio de la tierra o el país.

domingo, 15 de abril de 2012

Mejorando lo presente, pero, por qué?


El ser humano, la humanidad, el Homo Sapiens.

Se caracteriza, entre otras cosas, por ser la especie animal que ha revolucionado la evolución, por muchos motivos.
Una de las cosas que me ha llamado la atención es, dada la complejidad de sus relaciones sociales, el cambio de papel entre macho y hembra.

   Todos sabemos que la mayoría de las especies, mamíferos y aves principalmente, necesitan llamar la atención de alguna manera cuando llega el momento de buscar con quién aparearse. El pavo real es el ejemplo típico, tiene un gran plumaje para llamar la atención de la hembra, que tiene un plumaje muy sencillo. El león tiene una gran melena, la leona no. Los ciervos tienen una gran cornamenta al llegar la berrea, para destacar entre sus congéneres. El jilguero macho tiene un colorido más llamativo que el de la hembra. En general, ya sea por los colores, por el tamaño, o por la forma de cantar, el macho es que el que ha de llamar la atención de la hembra. Como principal fin, el apareamiento.



   En el hombre, al menos en estos días, el comportamiento es totalmente diferente.
Es cierto que algunos hombres suelen llamar la atención de alguna manera, sobre todo si hay féminas cerca. Sin embargo, son las mujeres las que acostumbran a acicalarse para conseguir ser lo más llamativas posible, incluso, llegando a rivalizar con las otras mujeres; maquillaje, labios pintados, melena llamativa, tacones, escote, pantalones ajustados, etc... Todo esto podría hacer pensar que, del mismo modo que los animales, la mujer de hoy en día busca desperadamente pareja para aparearse, aunque es complicado pensar así. 
   De todas formas, siendo un poco objetivos y comparando las costumbres de ahora y las de antaño, nos daremos cuenta que hasta hace poco (lo mismo que ocurre en otras sociedades como por ejemplo la árabe), era el hombre el principal miembro de la pareja, la mujer estaba situada en un segundo plano. 
Sin embargo, en los últimos años, la mujer ha tomado un papel más relevante, igualado con el hombre o incluso superior en cuanto a importancia. En las familias, aunque sigue siendo el hombre el representante de la misma, es la mujer la que toma la mayoría de las decisiones: qué ropa utilizar, donde comprar la comida, cuándo tener hijos, cómo educarles, cómo administrar el dinero, ... 
De esta manera, considerando a la mujer en un papel dominante con respecto al hombre (aunque esto puede ser más o menos discutible) sí podemos entender que sea ella la que tome la decisión de seleccionar pareja. Por supuesto, esto no se hace de una manera consciente o premeditada (es un objetivo demasiado profundo como para tenerlo presente en todo momento y con la contínua preocupación de la continuidad de la especie). 

La mujer es presumida y coqueta por naturaleza, esto hace que le guste llamar la atencion, la decoración y los buenos modales, entre otras cosas. Y ya metidos en faena, si la mujer hace todo esto para buscar pareja el siguente paso sería preguntarnos 'a quién busca la mujer?'.
Nuestros sentimientos más primarios nos hace pensar que la mujer (la hembra) busca en el hombre, además de su aportación fisiológica para la fecundación y la procreación, alguien que, con características físicas importantes, pueda estar a su lado y defenderla de cualquier enemigo que intente romper sus planes para mantener la especie. Todo esto, pensando muy básicamente. 
Sin embargo, yo creo, que lo que la mujer busca en estos tiempos modernos es alguien con capacidades para poder suministrar estabilidad, tranquilidad y sustento suficiente para ella y sus descendientes. Es decir, un hombre activo, que mantenga la pareja para toda la vida, que sea capaz de introducir en el domicilio un sueldo de manera regular durante toda la vida, que aporte a la educación y el mantenimiento de los hijos, y además que se una persona agradable para convivir.
Todo esto nos lleva a pensar que, una vez difuminada esa obsoleta dependencia de la mujer con el hombre, y teniendo en cuenta ese cambio de criterio en la busqueda del hombre perfecto, podríamos llegar a la conclusión de que la mujer, siendo capaz de tener un trabajo remunerado, satisfacer sus necesidades sociales sin tener pareja estable, y pudiendo tener descendencia sin ser obligatoria la intervención del hombre (hablamos de las clínicas de fertilidad), debe ser el hombre el que a partir de ahora tendrá que hacer un esfuerzo para que la mujer acepte convivir con él.

El hombre deberá ser atractivo, y no sólo físicamente, para la mujer.

                                                                              iker gonzalez