dias complicados para aquellos devotos de aficiones.
unos esperando todo un año para poder ver a sus imágenes (y semejanzas) presumiendo de vestimentas y colorido, con el orgullo subido y el corazón a ritmo de saeta, pendientes de ese movimiento barquero, tan elegante que silencia las calles por donde pasan. Algún valiente se digna en alguna esquina a entonar a pleno pulmón un tonillo flamenco para poder mostrarle al cielo la emoción que le embarga.
por otro lado, los otros, gratificados por la mano de la diosa fortuna y gracias a unos resultados concretos, se emocionan sólo con pensar que se disputarán cuatro 'partidos del siglo' en menos de un mes.
Tanto los seguidores de un equipo como los del otro, esperan ansiosos el resultado de la guerra, que se disputará en cuatro cruentas batallas. La primera la ganó el Madrid, 1-0, de penalti. La segunda batalla la volvió a ganar el mismo, 1-0, golazo de Ronaldo. La tercera batalla ha sido ajusticiada por el Cid Messi con dos preciosas rúbricas, 2-0 ha ganado el Barsa, envio a domicilio. Falta la última y definitiva.
tanto los unos como los otros (no es incompatible lo de las imagenes con lo del futbol) llevan unos dias participando en acaloradas tertulias con los amigos intentando convencer al de al lado de lo importante de los acontecimientos.
algunos incluso se arrepentiran de haber pagado la cuota de costalero pudiendo haberlo empleado en una tribuna en el campo de batalla de un partido de futbol. otros se llevarán los auriculares a la procesión para tener tetas y sopas.
los menos irán a la procesión, como todos los años y se enterarán del resultado del partido al llegar a casa, o no. al menos no traicionarán sus costumbres religiosas en apoyo a noventa minutos de carrera de otros.
también los habrá, como un servidor, que 'ni cristiano ni Ronaldo'. he preferido hacer turismo nacional por esas tierras castellanas donde el buen manjar se encuentra en cada rincón: chuletón de Ávila, patatas revolconas, judias del Barco, pisto manchego, otra vez chuletón, horno de brasa, tinto de la casa, torreznos y un largo etcétera de deliciosas elaboraciones.
de una manera u otra se pone de manifiesto la importancia de la afición futbolera en detrimento de la afición religiosa, nadie lo puede negar. sin embargo todos sabemos que partidos del siglo ocurren pocas veces (y mucho menos cuatro en un mes) y procesiones hay todos los años, incluso todos los días, aunque por dentro.
iker gonzález
tanto los unos como los otros (no es incompatible lo de las imagenes con lo del futbol) llevan unos dias participando en acaloradas tertulias con los amigos intentando convencer al de al lado de lo importante de los acontecimientos.
algunos incluso se arrepentiran de haber pagado la cuota de costalero pudiendo haberlo empleado en una tribuna en el campo de batalla de un partido de futbol. otros se llevarán los auriculares a la procesión para tener tetas y sopas.
los menos irán a la procesión, como todos los años y se enterarán del resultado del partido al llegar a casa, o no. al menos no traicionarán sus costumbres religiosas en apoyo a noventa minutos de carrera de otros.
también los habrá, como un servidor, que 'ni cristiano ni Ronaldo'. he preferido hacer turismo nacional por esas tierras castellanas donde el buen manjar se encuentra en cada rincón: chuletón de Ávila, patatas revolconas, judias del Barco, pisto manchego, otra vez chuletón, horno de brasa, tinto de la casa, torreznos y un largo etcétera de deliciosas elaboraciones.
de una manera u otra se pone de manifiesto la importancia de la afición futbolera en detrimento de la afición religiosa, nadie lo puede negar. sin embargo todos sabemos que partidos del siglo ocurren pocas veces (y mucho menos cuatro en un mes) y procesiones hay todos los años, incluso todos los días, aunque por dentro.
iker gonzález